"Vientos de Agua"..

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Hoy voy a recomendar una serie..

Sé que sobre gustos.. pero a quien quiera
ver una serie llena de emotividad e historias
humanas no le defraudará.

(Trailer con el reparto de los 13 capítulos
de "Vientos de Agua)





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Una mañana de hace como 3 años o algo más, escuché en la radio una entrevista al director de cine argentino Juan José Campanella (Luna de Avellaneda, El hijo de la novia, etc..), dicha entrevista tenía como motivo principal el inminente estreno en la parrilla televisiva española de su serie "Vientos de Agua", una coproducción hispano-argentina que parecía tener muy buena pinta, así que después de la buena sensación que me había dejado lo que se había hablado decidí no perdérmela en cuanto se estrenase.

Y se estrenó, en telecinco, cualquiera lo diría.. pero en Enero de 2006 todavía no habían llegado al actual punto de degradación y se atrevían a apostar y coproducir una serie de extraordinaria calidad que nada tenía que ver con lo que estamos acostumbrados a aguantar en televisión. Como he dicho se estrenó, pero duró bien poco en antena porque a los 4 episodios y tras cambiar de horario los 2 últimos por bajos índices de audiencia se dejó de emitir.. (tratando la serie de historias de inmigración eso decía mucho de la audiencia española y de nuestra solidaridad, también en cuanto a dudosa exigencia en lo que a calidad se refiere).. pero me bastaron esos 4 capítulos, o mejor dicho, las primeras escenas del capítulo 1 para saber que esa miniserie era una auténtica obra de arte. Así que después de la decepción que me causó la interrupción inesperada de la serie y habiéndome resignado, me enteré poco tiempo después de que la habían comercializado en DVD. Y voilà! Efectivamente me compré el pack.

Y después de devorar los 13 capítulos algunos de ellos incluso de tres en tres pude y puedo todavía decir que jamás en mi vida había visto algo parecido en cine o televisión. Jamás una serie me había provocado tantos sentimientos diferentes ni me había hecho empatizar de tal manera con los personajes y sus historias. Mientras la estás viendo te hace olvidarte de lo demás y meterte de lleno en las vidas de estos supervivientes. Y aparte de esto, su ambientación, su desarrollo, su trama y la luz están cuidadas al máximo. Y esto junto a un reparto plagado de actores y actrices de primer nivel que hacen unas interpretaciones mas que creibles, soberbias, del primero al último hacen de esta serie una obra maestra que te enseña mucho sobre las dificultades y momentos maravillosos de la vida y te hace ver de otra manera el fenómeno de la inmigración, de una manera mas humana.

El argumento trata las historias de José Olaya (Ernesto Alterio/Héctor Alterio) y su hijo Ernesto Olaya (Eduardo Blanco). Se suceden paralelamente durante 13 capítulos las dos historias en sus respectivas épocas y entornos, intercalándose.

Voy a tratar de explicarlo revelando lo menos posible por si a alguien le apetece verla.

La acción comienza en 1934 en un pueblo de la cuenca minera asturiana con la historia de José Olaya (interpretado durante su juventud por Ernesto Alterio y por Héctor Alterio durante su vejez), José de 19 años trabaja con su padre y con su hermano Andrés en una mina de carbón, pertenece a una familia muy humilde. Andrés delante del mar suele soñar con cruzarlo y conocer otras tierras, su mayor ilusión es viajar allá y para eso está ahorrando. Algo que José no comprende. Pero el destino hará que José sea el encargado de cumplir el sueño de su hermano cuando un día ocurre un escape de gas en la mina. Andrés pide al capataz que deje salir a los trabajadores, entre los que había niños. El capataz desoye la petición y Andrés desobece la orden de volver al trabajo y evacúa a los mineros, sin embargo resulta herido mortalmente en el derrumbe. José y su padre logran llevar a Andrés agonizante a su casa donde muere rodeado por su familia. Esa noche, José, lleno de rabia hace estallar la mina en venganza, y es perseguido por la guardia civil. Su madre le pide que se exilie a Argentina aprovechando el dinero que tenía ahorrado su hermano Andrés, utilizando su pasaporte y adoptando su identidad. Así comienza la historía de José que deja atrás a sus padres y sus otros dos hermanos menores. José mantendrá el secreto del fallecimiento de su hermano y se hará llamar Andrés por sus futuros amigos y familia.

Paralelamente, en 2001, el hijo menor de un envejecido José (Héctor Alterio), Ernesto Olaya (Eduardo Blanco) es un arquitecto porteño que se queda sin trabajo y sufre junto a su familia la antesala de la crisis económica que se dió ese año en Argentina. Junto con su esposa e hijos deciden emigrar a España en busca de un futuro mejor, pero el denominado "Corralito" bloqueó sus depósitos bancarios impidiéndole sacar dinero y comprar 4 pasajes de avión. Sin embargo su padre que sueña en sus últimos años de vida poder volver a ver algún día a su Asturias natal le ofrece el dinero que tenía guardado para que su hijo compre al menos su billete e inicie rumbo a España. Ernesto deja a su familia esperando poder encontrar trabajo y reunir dinero suficiente para traerlos con él. Se traslada a Madrid donde comprueba que las cosas no van a salir como él soñaba, allí conoce a Ana (Marta Etura), una camarera veinteañera que lo ayuda a instalarse en un ruinoso apartamento compartido con Mara (Angie Cepeda), una joven inmigrante ilegal colombiana. Los planes de progreso de ernesto se desmoronan ante la lenta burocracia y la xenofobia que sufren los inmigrantes. A pesar de todo, miente a su familia haciéndoles creer que vive solo y con buenas expectativas de empleo. A partir de aquí ocurren cientos de situaciones de las mas diferentes características y entran en juego nuevos personajes cuyas vidas también se suceden con sus historias propias y que no voy a contar porque son el alma de la serie. (Mas o menos he resumido la base de la historia de Ernesto).

Volviendo al pasado, José, ahora Andrés, se embarca en un largo viaje a Argentina, conociendo en el barco a Juliusz Lazlo (Pablo Rago), un personaje entrañable, joven judío de nacionalidad húngara y a Gemma (Francesca Trentacarlini/ Giulia Michelini), una niña italiana de 9 años que perdió a su familia. También conoce a Laia (Pilar Punzano) de la que se enamora. Juntos, José, Juliusz y Gemma a la que de alguna manera adoptan y cuidan se instalan en un conventillo del barrio del Boca de Buenos Aires. Aquí comienza una historia de amores, pérdidas, política, dolor, alegría, reencuentros.. Las vidas de estos personajes durante décadas con el estallido de la Guerra Civil Española vivido por José desde Argentina, el Peronismo, personajes del pasado, unos que llegan y otros que se van... Toda una vida llena de vivencias.

Los acontecimientos en las vidas de padre e hijo, así como en las de los demás personajes no salen como se esperaba y eso da lugar a un final emotivo en el que padre e hijo se reencuentran en Asturias con recuerdos por parte de José que se reencuentra con los fantasmas de su pasado en España después de una convulsa vida en Argentina, y Ernesto que es un hombre renovado después de su vivencia en España. Un final lleno de VIDA.

Os la recomiendo, si decidís verla no os arrepentireis.

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