viernes, 4 de marzo de 2011

El Bien y el Mal, la eterna dicotomía humana ..

Después de que esta semana saltase a los medios
de todo el mundo el desafortunado incidente
que protagonizó el diseñador John Galliano
en un restaurante. Dónde en notable estado de
embriaguez (y estupidez congénita) profirió
toda una serie de proclamas a favor de Hitler
y sus estrategias de aniquilación contra el pueblo
judío, viene a colación recordar el horror al que
éstos millones de personas fueron sometidos.
Y lo haré mediante el lado opuesto a personas
como el ex-diseñador de la marca Dior,
(ya que tras este incidente y su reiterado
antisemitismo, la casa Dior ha decidido cesarlo
en su cargo).
Me parece repugnante que después de una
página histórica tan dolorosa para la humanidad
como fue el Holocausto, donde más de 6 millones
de seres humanos fueron asesinados, sometidos a
los más terribles experimentos y vejaciones,
y privados de la libertad y la dignidad que
todo ser humano merece, aparezca un tipo
extravagante y ridículo a hacer apología del mal
en el estado más puro que ha conocido la humanidad.

Desde aquí, muestro todo mi rechazo a esta persona y
a todos aquellos que piensan como él. Ya se trate de
antisemitas, fanáticos religiosos, fanáticos políticos,
nostálgicos de regímenes dictatoriales, etc..

Por ello, como decía, en contraposición quiero recordar
la figura de un Héroe que hizo algo para mejorar
el mundo y salvar la vida de numerosos seres humanos
durante la aberración nazi.


(Entrada publicada en este blog el día 30.07.2009)


La Lista de Sanz-Briz, el "Schindler Aragonés"..



 
 
Seguramente al igual que yo somos muchos los que desconocemos,
o al menos desconocíamos hasta hace poco la historia de este señor,
Ángel Sanz-Briz, un aragonés que al igual que Óskar Schindler
(aquel hombre que el cineasta Steven Spielberg homenajeó en
la famosa película que lleva su nombre, "La Lista de Schindler"),
salvó de una muerte segura a alrededor de 5.000 judíos húngaros.
 
 
 



Ángel Sanz-Briz nació en Zaragoza el 28 de septiembre de 1910
y murió en Roma el día 11 de junio de 1980.
Fué un diplomático español que actuó en la época de
la Segunda Guerra Mundial.

En el año 1944 contribuyó a salvar la vida de unas 5.000 personas judías
de origen húngaro durante el Holocausto proporcionando pasaportes
españoles, en un principio a judíos que alegaban origen sefardí,
y posteriormente a cualquier judío perseguido.
Por estos hechos fué reconocido con el título de
"Justo entre las Naciones".


Habiendo cursado derecho, ingresó en la Escuela Diplomática en 1933
y finalizó sus estudios poco antes del comienzo de
la Guerra Civil Española.




En 1939 fué destinado como encargado de negocios en El Cairo,
hasta que en 1943 fué trasladado a la delegación española en Budapest.
Desde su puesto puso en práctica todo tipo de estratagemas que
consiguieron que miles de judíos escapasen de una muerte segura
a manos de los nazis.

Como primera medida logró convencer a las autoridades húngaras
de que aceptasen su protección sobre 200 personas judías de origen
sefardí, a las que el gobierno español reconoció su derecho a
la nacionalidad española.

Para eso él y sus colaboradores se basaron en un viejo decreto
promulgado por Primo de Rivera en 1924, mediante el cual todos
los judíos que demostrasen pertenecer a esa Sefarad errante
expulsada en 1492 por los Reyes Católicos obtendrían de inmediato
la nacionalidad española, lo que el gobierno ignoraba es que
ese decreto dejó de tener valor alguno en 1931,
también lo ignoraban los nazis que veían sorprendidos como
un "gobierno amigo" acogía a 200 judíos.

Pero eso era insuficiente, al nombrar al sanguinario Adolf Eichmann
como gobernador del Reich en Hungría, el régimen nazi patentizó
su decisión de aplicar también en esa zona lo que ellos llamaban
"Solución Final", nada más y nada menos que la aniquilación de
los judios húngaros como ya estaban haciendo en otros territorios
invadidos.

Estas familias, mientras eran saquedas y despojadas
de sus pertenencias, fueron obligadas a registrarse,
a bordarse una estrella de David en la solapa para casi de inmediato
ser transportados en trenes de ganado
(en las más inhumanas condiciones, muriendo y siendo ejecutados
muchos de ellos durante el viaje) al sur de Polonia,
a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau donde
serían gaseados.

Dada la premura por acelerar el exterminio, a diferencia de
otros países de Europa, en Hungría no hubo guetos,
no fueron necesarios.
Mientras el Gobierno de Miklos Horthy colaboraba
con los invasores, los nazis húngaros consumaban sus despiadados
planes y persecuciones por las calles contra los judíos,
al tiempo que instalaban campos de tránsito
para concentrarlos antes de su envío a la muerte.


El cuerpo diplomático español destacado en Budapest,
era testigo horrorizado de los acontecimientos.


Tras cuantiosas sumas de dinero pagadas a oficiales de las SS para
que pospusiesen el traslado de los 200 protegidos por Sanz Briz por
parte de éste, e inumerables insistencias para recibir
los 200 pasaportes de España, éstos le fueron concedidos
advirtiéndole que sólo podían ser emitidos esos 200, ni uno más.


Sanz Briz aceptó sin protestar y dió ordenes a la Embajada para
preparar los salvoconductos, pero no los 200 asignados,
sino todos los que fuera posible.
Para ello se valió de un ingenioso y arriesgado plan.
Ninguno de los pasaportes debía tener un número mayor al 200,
pero tampoco debían repetirse.
Para ello fué creando varias series que iban del 1 al 200.
Por ejemplo, de un pasaporte había varios de distintas series.


El truco era insuficiente porque para salvar a 1000 necesitaba 5 series,
a 2000, 10, etc..
Entónces a efectos de disminuir las series ideó aplicar
el cupo otorgado por los nazis no a individuos sino a grupos familiares,
de modo que un solo pasaporte pudiera pertenecer a 5 ó 6 personas.


Según el propio Sanz Briz, - la labor fué relativamente fácil, ya que
las 200 unidades de pasaportes que me habían sido concedidas
las convertí en 200 familias;
y las 200 familias se multiplicaron indefinidamente
con el simple procedimiento de no expedir documento o pasaporte
alguno que llevase un número superior al 200.-


Con el riesgo que implicaba ser descubierto por los nazis.


De esta manera Ángel Sanz-Briz logró salvar a 5.200 personas de subir
a aquellos trenes de la muerte y morir gaseados en
los campos de exterminio nazis.


Posteriormente continuó su carrera normalmente como diplomático en
ciudades como San Francisco, Washington, Lima, Berna, Bayona..


En 1991, el Museo del Holocausto Yad Vashem de Israel
distinguió su acción y reconoció a sus herederos.


En Hungría se le conoce como "El Ángel de Budapest".

 




8 comentarios:

  1. Hola Jorge
    Recuerdo la entrada.
    Al final creo que Galliano ha rectificado. Demasiado tarde.
    Saludos

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  2. Hi Sílvia! De nuevo.

    Cuando se dice una estupidez o una maldad de tal calibre no sirve rectificación posible. A las personas que sufrieron en sus familias ese horror no creo que les sirva de mucho su rectificación.

    Saludos. ;)

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  3. Hola Jorge! Lo primero toda mi admiración hacia este señor, le conocía pero hacía muchísimo que no leía sobre él.
    Los Justos entre las Naciones reciben una emotiva medalla donde está inscrita la máxima: "Quien salva una vida, salva al Mundo entero", una frase preciosa que si recuerdas es el lema de la peli de Schlinder.
    Te voy a dejar un enlace que lo siento mucho pero te va a hacer llorar. Es un video de 8 minutos durísimo sobre Yad Vashem, el organismo en memoria de las víctimas del Holocausto que todavía hoy está recopilando los nombres de las víctimas y quienes les socorrieron a cambio de nada. Besos! y gracias por esta buenísima entrada :-)
    http://www.youtube.com/watch?v=7b4MTnhe-r4&feature=player_embedded

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  4. No comprendo que haya gente que apoye al Nazismo, es increible. Las disculpas llegaron MUY tarde.

    Saludos.

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  5. Excelente, Jorge.

    Me siento hermanada con tu línea de pensamiento, y con tus reflexiones.

    Has sintetizado tan bien el tema, sin irte por las ramas y equilibrando la balanza yuxtaponiendo un ejemplo de lacra humana con uno de belleza humana. Cuando uno empieza escuchando o leyendo las declaraciones de un mamarracho fatuo como Galliano, y termina leyendo sobre la hermosura de espíritu de Ángel Sánz Briz, se produce un resarcimiento álmico.
    Lo malo primero, lo bueno después.

    Creo que si el mequetrefe se desdijo, ya es demasiado tarde. Nadie dice una barbaridad así, si no la lleva demasiado arraigada dentro.

    Bien por el Ángel de Budapest,
    Bien por Oskár Shindler,
    Bien por Christian Dior,
    Bien por todo aquél que sea justo.

    Gracias y besos :)

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  6. Vir; Qué interesante el dato acerca de la máxima inscrita en la medalla. Ya imaginé que conocías a Sanz-Briz. No se te escapa una.

    Gracias por el vídeo. Sería muy interesante poder visitar el museo. Seguro una experiencia de las que te cambian. Muy conmovedores los dos testimonios de los supervivientes. Besos!

    Gabriela; Pueden llegar las disculpas cuando sea, que el mal está hecho a las víctimas de aquel horror. Y sí, es increible que siga habiendo tanta gente fanática en plena era de la globalización cultural y de la convivencia de los pueblos. Gracias por pasar, un saludo.

    Raquel; Gracias a tí por sacar el asunto, que no debía pasar desapercibido. La indiferencia es un mal de esta sociedad. Mientras no nos toque a nosotros mismos parece que es mejor callar.. Creo que era necesario resaltar dos cualidades tan opuestas de la raza humana, que es capaz de lo peor, pero también de lo mejor. Me quedo con lo último. ;) Bravo por los justos.

    Besos!

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  7. Excelente entrada! había oído hablar de la historia de este señor (Ángel Sanz-Briz) pero no sabía ni su nombre.

    Respecto a Galiano, qué decir, pues nada, que ha demostrado el tipo de persona que es...

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  8. Hola Esther!

    Gracias. Ya ves, un paisano del que sentirse muy orgulloso. ;)

    Qué esperar de Galliano? ..

    Un abrazo.

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